Gabriel significa en hebreo fortaleza de Dios o fuerza de Dios, גַּבְרִיאֵל,, aparece citado en la Biblia junto a Miguel y Rafael. Según una leyenda judía, es el encargado de otorgar el alma a los recién nacidos, por lo que se le ha atribuido el don de la concepción. Además, fue el ángel que movió la piedra del sepulcro de Cristo poseyendo el aspecto de ángel de la resurrección.

Está relacionado con el elemento agua, el oeste, el invierno, la luna y su día es el lunes.

Su relación con el agua le vincula con las emociones, la fecundidad, las artes, la creatividad, la pureza, el nacimiento y la resurrección.

Su relación con la luna y lo oculto le da el poder de conceder revelaciones y profundizar dentro de nosotros mismos para saber cuál es nuestra misión en la vida y renacer a ella. Siendo el ángel de la pureza nos ayuda a darnos cuenta de nuestra inocencia y a volver a sentirnos como niños con nuestras emociones y sentimientos puros, esa pureza infantil que perdemos con el tiempo y los avatares de la vida. Es el arcángel de Yesod, la sefirá del fundamento.

Los signos astrológicos por los que tiene especial simpatía y cuidado son: cancer, escorpio y piscis.

Para potenciar las energías del arcángel Gabriel en nuestras vidas es importante usar su sello o amuleto junto a una vela blanca consagrada.

El sello o talismán puede usarse para llamarlo en cualquier momento o junto a la vela a la hora de pedirle ayuda.

Es posible pedirle ayuda, entre otras cosas, para:

• Volvernos más puros e inocentes, y que nuestra vida lo sea también.
• Para la concepción.
• Para profundizar en nuestros sentimientos y reconocer cuáles son los que nos ayudan.
• Para tener revelaciones.
• Para renacer, volver a nacer a lo nuevo que está por venir.
• Para la resurrección, cuando nos encontramos hundidos y necesitamos renacer de nuestras cenizas.
• Para las artes y la creatividad.
• Para la fecundidad.
• Para darle agua a nuestros proyectos y que florezcan como plantas.
• Para conocer nuestra misión en la vida.
• Para darle pureza a nuestros actos, nuestros sentimientos o los que nos rodean.
• Para volver a la inocencia de nuestra niñez.
• Como arcángel de Yesod nos proporciona estabilidad y fundamento.

El arcángel Gabriel está asociado al elemento agua, por lo tanto rige los signos de dicho elemento, es decir: Cancer, Escorpio y Piscis; aunque cualquier persona, independientemente de su signo, puede pedirle ayuda.

En el artículo sobre los arcángeles explico que según diferentes creencias, algunos consideran la existencia de 3, 4, 7 o 10. Usualmente se considera cuatro arcángeles para los cuatro elementos y siete arcángeles en total según muchas cosmogonias. Si consideramos siete arcángeles, el signo principal regentado por el arcangel Gabriel sería Cancer, y así se recoge en numerosos escritos herméticos.

La emoción, la sensibilidad, la empatía, la imaginación son dotes típicas del elemento agua, suelen ser muy protectores, y dados a demandar protección. Suelen ser personas amantes del misterio, introspectivas, con una buena riqueza interior. Por lo que podemos potenciar todas esas cualidades con la ayuda del arcángel Gabriel.

Las personas en las que predomina el elemento agua pueden tener el problema de quedarse atrapados en la oscuridad de las aguas profundas y dejarse llevar por las emociones y conducirles a la irracionalidad de sus actos, la locura o la depresión Todos estos aspectos negativos pueden ser equilibrados con el trabajo con el arcángel.

La relación de los elementos, los arcángeles y el zodiaco viene de muy lejos, ya desde los primeros tiempos de Sumeria y Babilonia. Las civilizaciones del antiguo Oriente Próximo estudiaron la relación entre los astros y los hombres. De hecho, los orígenes del zodiaco se pierden en la niebla del tiempo. La palabra proviene del griego zodion (animalillo), designando la parte celeste que recorre el sol en un año, quedando dividida en doce partes o signos.

Los expertos sugieren que el Zodiaco fue inventado por los astrónomos de Babilonia, sin embargo, Sargón I de Akad (cerca del 2334 a.c.) poseía una obra astrológica y desde Hammurabi (1792-1750 a.c) se convierte en una práctica habitual de carácter científico-religioso. (fuente: “diccionario de magia en el mundo antiguo” Ana M. Vazquez Hoys. Óscar Muñoz Martín).

El zodiaco representa la rueda de la vida (Zoe- vida, diakos- rueda) y se relacionaba con los siete planetas conocidos al principio y, posteriormente con los siete arcángeles de muchas tradiciones.

La tradición mágica dota de un cuadrado mágico y una inteligencia a cada planeta, puede crearse un talismán o pantáculo de protección al reunir los cuadrados de los siete planetas.

Los egipcios, según Budge, tomarón el zodiaco de los griegos y, éstos, de Babilonia. El zodiaco busca crear un arquetipo similar al tarot, creando un modelo para comprender la existencia, justo lo que hace la cábala, por ello su uso y relación en la cábala mágica.

La vela del arcángel Gabriel se usa para entrar en contacto con su energía y todo lo que aporta. Cada vez que queremos dotar de alma a una situación, cuando parece que andamos viviendo la vida como robots, sin propósito. También para otorgarnos la resurrección de algún aspecto o situación en nuestras vidas, cuando algo parece muerto en nuestro interior o en nuestro alrededor, el arcángel Gabriel puede ayudarnos a resurgir de nuestras cenizas.

Al ser el agua su elemento, nos ayuda a entrar en contacto con nuestras emociones, analizarlas, descubrirlas y conocerlas, incluso superarlas.

También nos ayuda a darnos cuenta de nuestra inocencia y a retomar nuestro tikun o sendero de vida o a encontrarlo. En resumen, nos devuelve a la pureza que todos tenemos en nuestro interior y que tantas veces perdemos sin darnos cuenta.

En definitiva, el arcángel Gabriel nos ayuda en todo lo que aparece en sus propiedades, resumiendo:

• TVolvernos más puros e inocentes, y que nuestra vida lo sea también.
• Para la concepción.
• Para profundizar en nuestros sentimientos y reconocer cuáles son los que nos ayudan.
• Para tener revelaciones.
• Para renacer, volver a nacer a lo nuevo que está por venir
• Para la resurrección, cuando nos encontramos hundidos y necesitamos renacer de nuestras cenizas.
• Para las artes y la creatividad.Para la fecundidad.
• Para darle agua a nuestros proyectos y que florezcan como plantas.
• Para conocer nuestra misión en la vida.
• Para darle pureza a nuestros actos, nuestros sentimientos o los que nos rodean.
• Para volver a la inocencia de nuestra niñez.
• Como arcángel de Yesod nos proporciona estabilidad y fundamento.

La vela del arcángel Gabriel está ritualizada según la tradición y es posible encargarla en esta web a través de este enlace.