Uriel, Oriel, Nuriel, Uryan, Jeremiel, Suriel, Auriel, Vretil, Puruel, Phanuel, Jehoel, Fanuel, Ramiel; son los principales nombres por los que es conocido este arcángel. אוּרִיאֵ «Dios es mi luz» o «Fuego de Dios». Es aceptado como arcángel por algunas tradiciones cristianas, en concreto los coptos, ortodoxos y anglicanos.

También, según la tradición rabínica, es uno de los siete arcángeles refiriéndose a Uriel como luz de las estrellas o angel de la luz. Los primeros libros de la Biblia no mencionan el nombre de ángeles, supuestamente dichos nombres provienen de la tradición babilónica según el rabino Ben Lakish (230-270).

El nombre de Uriel aparece en libros apócrifos como el de Enoc, siendo Uriel el arcángel que intercede por la humanidad, en el libro de Enoc se nombran a siete arcángeles: Uriel, Rafael, Raguel, Miguel, Sariel, Gabriel, Remiel…

En otro textos como el Apocalipsis de Esdras, es mencionado siendo este arcángel el que le da respuestas e instruye. También aparece mencionado en el Testamento de Salomón.

Según tradiciones judías,  a Uriel se le consideró el ángel de la poesía y del domingo. Se le atribuye el haber luchado con Jacob en el Génesis también se supone que fue el ángel que guió a Abraham y marcó las casas de los judíos en Egipto para que fuesen librados de las plagas según el Éxodo.

Según la tradición esotérica, le corresponde el elemento Tierra, la dirección norte, el otoño, la sequedad y la solidez; su día según la tradición ocultista es el sábado. Se le considera el arcángel de la providencia, de la provisión y de la abundancia. Rige sobre los siguientes signos del zodiaco: Tauro, Virgo y Capricornio; siendo el arcángel más proclive para dichos signos.

Para potenciar las energías del arcángel Uriel en nuestras vidas es importante usar su sello o pentáculo junto a una vela naranja consagrada.

El sello o talismán puede usarse para llamarlo en cualquier momento o junto a la vela a la hora de pedirle ayuda.

Es posible pedirle ayuda, entre otras cosas, para:

• Que no nos falte sustento.
• Abundancia.
• Vitalidad.
• Ordenar y crear nuestra propia vida.
• Traer luz a nuestra vida.
• Otorga ganas de vivir.
• Protección ante las adversidades.
• Conocimiento.
• Eliminar la ignorancia y la cabezonería.
• Tener los pies en la tierra y centrarnos.

El arcángel Uriel está asociado al elemento tierra, por lo tanto rige los signos de dicho elemento, es decir: Tauro, Virgo y Capricornio; aunque cualquier persona, independientemente de su signo, puede pedirle ayuda.

En el artículo sobre los arcángeles explico que según diferentes creencias, algunos consideran la existencia de 3, 4, 7 o 10. Usualmente se considera cuatro arcángeles para los cuatro elementos y siete arcángeles en total según muchas cosmogonias. Si consideramos siete arcángeles, los signos principales regentados por el arcangel Uriel serían Capricornio y Acuario, y así se recoge en numerosos escritos herméticos, siendo Capricornio el principal signo de tierra.

La paciencia, la confianza, la perseverancia son dotes típicas del elemento fuego, junto a la prudencia. Suelen ser personas muy resistentes, vitales, disciplinadas y realistas, con los pies en la tierra y amantes del orden. Por lo que podemos potenciar todas esas cualidades con la ayuda del arcángel Uriel.

Las personas en las que predomina el elemento tierra pueden tener problemas de falta de visión, testadurez, cuadriculados y a veces, en momentos extremos, cínismo y materialistas en exceso. Todos estos aspectos negativos pueden ser equilibrados con el trabajo con el arcángel.

La relación de los elementos, los arcángeles y el zodiaco viene de muy lejos, ya desde los primeros tiempos de Sumeria y Babilonia. Las civilizaciones del antiguo Oriente Próximo estudiaron la relación entre los astros y los hombres. De hecho, los orígenes del zodiaco se pierden en la niebla del tiempo. La palabra proviene del griego zodion (animalillo), designando la parte celeste que recorre el sol en un año, quedando dividida en doce partes o signos.

Los expertos sugieren que el Zodiaco fue inventado por los astrónomos de Babilonia, sin embargo, Sargón I de Akad (cerca del 2334 a.c.) poseía una obra astrológica y desde Hammurabi (1792-1750 a.c) se convierte en una práctica habitual de carácter científico-religioso. (fuente: “diccionario de magia en el mundo antiguo” Ana M. Vazquez Hoys. Óscar Muñoz Martín).

El zodiaco representa la rueda de la vida (Zoe- vida, diakos- rueda) y se relacionaba con los siete planetas conocidos al principio y, posteriormente con los siete arcángeles de muchas tradiciones.

La tradición mágica dota de un cuadrado mágico y una inteligencia a cada planeta, puede crearse un talismán o pantáculo de protección al reunir los cuadrados de los siete planetas.

Los egipcios, según Budge, tomarón el zodiaco de los griegos y, éstos, de Babilonia. El zodiaco busca crear un arquetipo similar al tarot, creando un modelo para comprender la existencia, justo lo que hace la cábala, por ello su uso y relación en la cábala mágica.

La vela del arcángel Uriel se usa para entrar en contacto con su energía y todo lo que aporta. Cada vez que sentimos que la providencia nos ha abandonado, cuando parece que no hay salida a una situación, que nos falta el sustento o la abundancia, que las puertas se cierran. También para proveernos en de algún aspecto o situación de nuestras vidas que sentimos escasez, cuando parece que todo sale mal económicamente, que no somos capaces de salir de un círculo vicioso, que las cosas se repiten una y otra vez, el arcángel Uriel puede ayudarnos a ponerle fin a esa situación, haciéndonos conscientes de las actitudes que repetimos inconscientemente o de nuestras creencias limitantes.

Al ser la tierra su elemento, nos ayuda a enraizarnos, poner raices profundas en un aspecto de nuestra vida que no marcha como nos gustaría, a ser conscientes de la realidad y ver las cosas como son para poder trascenderlas.

También nos ayuda a apreciar la vida, lo que tenemos bueno a nuestro alrededor, nos ayuda a ser más agradecidos y a abrir las puertas a otras cosas mejores, nos ayuda a tener una vida con mayor abundancia, más próspera, siempre y cuando asimilemos sus enseñanzas pues también es severo y riguroso.

Existe una controversia al respecto del arcángel Uriel, pese a que no aparece regentando ninguna Sefirá o esfera, el arcángel Uriel es nombrado en el libro de Enoc junto a seis arcángeles más. También es nombrado en Textos como el testamento de Salomón y en el Apocalipsis de Esdras. Algunas tradiciones lo situan como el ángel del domingo, aunque no todas. Una leyenda nombra a Uriel como el ángel que marcó las puertas de los judíos en Egipto para librarse de las plagas y protegerlos.

Según al Midrash Rabbash, Uriel es uno de los cuatro ángeles que están junto al trono de Dios, por lo que es muy poderoso. En el Zohar se le atribuye una función con los sacrificios en los tiepos del primer templo.

De hecho, el altar se llamaba Ariel (nombre de uno de los ángeles cabalísticos), en relación a Uriel que descendía en forma de León.

En varios pasajes del Zohar, Uriel y Nuriel son el mismo ángel en diferentes aspectos, Uriel bajo el aspecto de la misericordia y Nuriel bajo el aspecto del rigos y severidad, por lo que se intuye que está relacionado con ambas sephiras o esferas.

Otras tradiciones herméticas relacionan al ángel Cassiel con Uriel, siendo ambos regentes del sábado. Cassiel está relacionado con la propiedad, la tierra y la agricultura. Ayuda también en suavizar el dolor de las enfermedades de la edad.

Uriel está relacionado con la prosperidad y la abundancia, y resulta curioso que sea uno de los más desconocidos. Es el arcángel que nos hace apreciar la vida, otorgarnos ganas de vivir, y opulencia. Pero, al estar relacionado con el aspecto de la misericordia nos puede ayudar siempre y cuando evolucionemos pues, en el aspecto del rigor y la severidad sus lecciones pueden ser dolorosas.