El Arcángel Rafael es uno de los tres arcángeles cuyo nombre aparece en la Biblia. Proviene del hebreo רפאל y significa medicina de Dios, por lo que su atributo para la curación está claramente marcado.

El profeta Enoc  (libro de Enoc S.II  a.C.) ,cataloga a Rafael como el ángel de los espíritus humanos y el encargado de sanar las enfermedades y heridas.

Tradicionalmente se asocia al elemento aire, al este, a la primavera, al planeta mercurio y su día es el miércoles, y uno de sus atributos principales es la claridad.

Es el regente de la esfera Tipheret, belleza, por lo que nos ayuda en lo relacionado con ese área, belleza no se refiere únicamente al aspecto físico, también a lo que nos ocurre en nuestras vidas y cómo podemos hacer que ésta sea más bella, más perfecta. Esta esfera está justo en el medio del árbol de la vida y combina e la fuerza de Gueburah con la bondad de Jesed.

Para potenciar las energías del arcángel Rafael en nuestras vidas es importante usar su sello o talismán  junto a una vela verde consagrada.

El sello o pentáculo puede usarse para llamarlo en cualquier momento o junto a la vela a la hora de pedirle ayuda.

Los signos del zodiaco por los que tiene especial simpatía y cuidado son: géminis, libra y acuario.

Es posible pedirle ayuda, entre otras cosas, para:

• Sanación de todo tipo.
• Acercarnos a la perfección de nuestro ser.
• Conseguir belleza en nuestras vidas.
• Claridad en nuestras ideas o ante una situación difícil.
• Protección ante enfermedades y paliar sus efectos.
• Hacernos más ecuánimes poniendo corazón a la justicia,menos rigurosos, más humanos.
• Ponerle corazón y pasión a las cosas.
• Devolvernos las ganas de vivir y la pasión en caso de haberla perdido.

El arcángel Rafael está asociado al elemento aire, por lo tanto rige los signos de dicho elemento, es decir: Géminis, Libra y Acuario; aunque cualquier persona, independientemente de su signo, puede pedirle ayuda.

En el artículo sobre los arcángeles explico que según diferentes creencias, algunos consideran la existencia de 3, 4, 7 o 10. Usualmente se considera cuatro arcángeles para los cuatro elementos y siete arcángeles en total según muchas cosmogonias. Si consideramos siete arcángeles, los signos principales regentados por el arcangel Rafael serían Géminis y Virgo, y así se recoge en numerosos escritos herméticos.

La rapidez de pensamiento, la imaginación, el intelecto, la lógica son dotes típicas del elemento aire, suelen ser muy sociables, libres y respetuosos. Suelen ser personas muy conversadoras, alegres, analíticas. Por lo que podemos potenciar todas esas cualidades con la ayuda del arcángel Rafael.

Las personas en las que predomina el elemento aire pueden tener problemas de hiperracionalidad, aislarse de las emociones y a veces, en momentos extremos, desconectarse de la realidad. Todos estos aspectos negativos pueden ser equilibrados con el trabajo con el arcángel.

La relación de los elementos, los arcángeles y el zodiaco viene de muy lejos, ya desde los primeros tiempos de Sumeria y Babilonia. Las civilizaciones del antiguo Oriente Próximo estudiaron la relación entre los astros y los hombres. De hecho, los orígenes del zodiaco se pierden en la niebla del tiempo. La palabra proviene del griego zodion (animalillo), designando la parte celeste que recorre el sol en un año, quedando dividida en doce partes o signos.

Los expertos sugieren que el Zodiaco fue inventado por los astrónomos de Babilonia, sin embargo, Sargón I de Akad (cerca del 2334 a.c.) poseía una obra astrológica y desde Hammurabi (1792-1750 a.c) se convierte en una práctica habitual de carácter científico-religioso. (fuente: “diccionario de magia en el mundo antiguo” Ana M. Vazquez Hoys. Óscar Muñoz Martín).

El zodiaco representa la rueda de la vida (Zoe- vida, diakos- rueda) y se relacionaba con los siete planetas conocidos al principio y, posteriormente con los siete arcángeles de muchas tradiciones.

La tradición mágica dota de un cuadrado mágico y una inteligencia a cada planeta, puede crearse un talismán o pantáculo de protección al reunir los cuadrados de los siete planetas.

Los egipcios, según Budge, tomarón el zodiaco de los griegos y, éstos, de Babilonia. El zodiaco busca crear un arquetipo similar al tarot, creando un modelo para comprender la existencia, justo lo que hace la cábala, por ello su uso y relación en la cábala mágica.

El arcángel Rafael es el regente de la sexta sefirá o esfera en la cábala, la sexta en el árbol de la vida. Tiferet es su nombre y significa belleza. Esta esfera posee una estrecha relación con la curación y con la aceptación

La virtud de esta sefirá es el cumplimiento de nuestro destino, lo que hemos venido a hacer en este mundo, lo que en cábala se conoce como Tikún, y su vicio el orgullo. Son polos opuestos que deben equilibrarse según se encuentre en nosotros, para ello hay que conocer el árbol personal y saber cómo nos encontramos con respecto a esta sefirá. En esa acción el arcángel Rafael puede ayudarnos a obtener las virtudes de Tiferet y superar sus defectos si nos encontramos desequilibrados.

Esta esfera, y los influenciados por nacimiento por este arcángel, les dotará de un sentido de individualidad, de armonía y de amantes de lo bello; les hará aptos para el análisis y el estudio, también serán investigadores e innovadores si su imaginación se encuentra bien alineada, en caso contrario puede producir el defecto de la falta de concreción en sus actos. Todas estas cualidades podemos pedirlas al arcángel Rafael, tanto para potenciarlas como para equilibrarlas.